“Cuando la paz es un grito, ¿quién asume la culpa?”
Este artículo analiza y pretende ofrecer una mirada crítica sobre la iniciativa “Querétanos al grito de paz”, impulsada por la administración de Mauricio Kuri, y su impacto en la reconstrucción del vínculo entre gobierno y ciudadanía tras el ataque en el bar Los Cantaritos en noviembre de 2023. Este análisis se centra en la narrativa detrás de la estrategia gubernamental, que apela a la unidad y la paz, buscando un consenso multisectorial para enfrentar la creciente inseguridad en el estado. A través de este enfoque, se explora si la propuesta realmente va más allá de los slogans y logra transformar las causas estructurales de la violencia, o si se trata simplemente de un control de daños a corto plazo.
La iniciativa “Querétanos al grito de paz”, liderada por la administración de Mauricio Kuri, plantea un interesante desafío analítico para comprender cómo las narrativas políticas pueden ser utilizadas como herramientas de gestión de crisis y reconstrucción del vínculo entre gobierno y ciudadanía. Frente a un contexto marcado por el ataque en el bar Los Cantaritos, que sacudió la percepción de seguridad en Querétaro, esta estrategia busca reconfigurar el imaginario colectivo apelando a la unidad y al esfuerzo conjunto entre sectores. Sin embargo, este esfuerzo plantea preguntas fundamentales: ¿es suficiente una narrativa para atender los problemas de fondo? ¿Qué papel juega el consenso construido alrededor de este mensaje?
La seguridad en Querétaro, históricamente uno de los estados más estables del país, enfrenta un reto inédito. El ataque del 9 de noviembre, que dejó 10 muertos y 13 heridos, no solo conmocionó a la sociedad queretana, sino que rompió con la imagen tradicional del estado como ejemplo de paz y orden. En este contexto, Mauricio Kuri ha reaccionado presentándose como un líder que, lejos de eludir su responsabilidad, busca soluciones inmediatas. Sin embargo, la pregunta central sigue siendo si esta estrategia representa un control de daños temporal o un cambio estructural para garantizar la seguridad.
Narrativas políticas y la figura del héroe-protector
Para analizar esta estrategia, resulta útil acudir a la teoría de la argumentación de Chaïm Perelman, quien sostiene que las narrativas políticas pueden operar como argumentos para justificar acciones gubernamentales y persuadir al público. En este caso, el gobernador Kuri utiliza la figura del “héroe-protector”: un líder que, aunque reconoce que no puede garantizar la ausencia de hechos delictivos, promete no quedarse de brazos cruzados. Este arquetipo, recurrente en la política, es eficaz en momentos de crisis porque canaliza la frustración ciudadana hacia un mensaje de acción y esperanza.
En el caso de “Querétanos al grito de paz”, esta narrativa se despliega a través de un discurso emotivo y de acciones concretas. Kuri ha anunciado un plan con 21 medidas específicas que involucran a diversas dependencias estatales y sectores sociales. Entre ellas destacan talleres de resolución pacífica de conflictos, programas educativos para prevenir la violencia juvenil y mejoras en la infraestructura urbana. Aunque estas medidas son relevantes, su efectividad dependerá de su capacidad para abordar las causas estructurales de la inseguridad, más allá de sus manifestaciones inmediatas.
Alianzas discursivas y construcción de consenso
Una de las características más destacadas de esta estrategia es su capacidad para sumar aliados discursivos. Desde representantes de los poderes Judicial y Legislativo hasta líderes de la iniciativa privada, instituciones religiosas y universidades, el mensaje de Kuri se ve reforzado por una amplia gama de actores sociales. Este enfoque busca no solo legitimidad, sino también proyectar unidad en un momento de crisis.
La intervención de la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro, Silvia Amaya Llano, es especialmente significativa. Al ofrecer la capacidad intelectual y técnica de la universidad para promover valores como la paz, la igualdad y la justicia, la rectora no solo respalda la estrategia gubernamental, sino que también posiciona a la academia como un actor clave en la reconstrucción del tejido social. Este tipo de alianzas fortalece la narrativa oficial, pero también plantea el riesgo de que las voces críticas queden subsumidas bajo el consenso promovido desde el gobierno.
Por su parte, representantes del sector privado, como el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Óscar Hale Palacios, han enfatizado la importancia de la colaboración entre ciudadanía y gobierno para prevenir actos delictivos. Este discurso refuerza la idea de que la seguridad es una responsabilidad compartida, una narrativa que, aunque busca involucrar a la sociedad civil, también diluye la responsabilidad del Estado como garante principal de la seguridad.
¿Unidad o dilución de responsabilidades?
El llamado a la unidad, expresado en frases como “no hay signos ni colores; hoy nos une un solo credo, nuestro amor por nuestro Querétaro”, es un componente central de la narrativa de Kuri. Este enfoque, diseñado para trascender las divisiones partidistas, tiene el mérito de generar cohesión en momentos de incertidumbre. Sin embargo, también puede interpretarse como una estrategia para evitar un escrutinio más riguroso de las políticas de seguridad y desviar la atención de las fallas institucionales.
El control de daños tras los eventos del 9 de noviembre se articula en varios niveles. Por un lado, se destaca la captura de los responsables, lo que envía un mensaje de eficacia institucional. Por otro, se promueve una agenda multisectorial que incluye desde la prevención de adicciones hasta la mejora de la iluminación pública. Estas acciones, aunque necesarias, no abordan problemas más profundos como la desigualdad, la falta de oportunidades económicas y la exclusión social, factores que a menudo están en la raíz de la violencia.
¿Cambio estructural o medidas paliativas?
El “grito de paz” de Mauricio Kuri plantea un dilema central: ¿es una estrategia orientada a resolver una crisis puntual o una solución sostenible para los problemas estructurales de seguridad en Querétaro? Hasta ahora, las medidas anunciadas parecen responder más a una lógica reactiva que a un replanteamiento integral de las políticas públicas.
Históricamente, Querétaro ha sido un modelo de estabilidad económica y social, pero esta misma estabilidad puede generar una falsa sensación de inmunidad ante problemas como el crimen organizado y la violencia. La estrategia de Kuri, aunque bien intencionada, corre el riesgo de quedarse en el terreno de los símbolos si no se acompaña de un compromiso real con el cambio estructural.
En este sentido, es importante recordar que las narrativas políticas, por más poderosas que sean, no pueden sustituir a políticas públicas efectivas. Como señala Perelman, el éxito de cualquier argumento depende de su capacidad para transformar la realidad que describe. En el caso de Querétaro, esto implica no solo atender los síntomas de la inseguridad, sino también sus causas profundas.
Reflexiones finales
“Querétanos al grito de paz” es, en muchos sentidos, una respuesta lógica a un momento de crisis. Al movilizar a distintos sectores de la sociedad, la administración de Kuri busca proyectar unidad y control en un contexto de incertidumbre. Sin embargo, la eficacia de esta estrategia dependerá de su capacidad para trascender el discurso y traducirse en resultados tangibles.
Querétaro se encuentra en una encrucijada histórica. La percepción de seguridad que ha definido al estado durante décadas está siendo desafiada, y la administración de Kuri tiene la responsabilidad de responder no solo con medidas inmediatas, sino con un compromiso de largo plazo para garantizar la paz y la justicia.
En última instancia, el éxito de esta estrategia no se medirá por los discursos o las alianzas, sino por su impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos. Si “Querétanos al grito de paz” logra transformar la narrativa de la seguridad en acciones concretas y sostenibles, podría convertirse en un modelo para otras entidades del país. De lo contrario, será recordado como un esfuerzo bien intencionado, pero insuficiente, en un momento crítico para el estado.
Comentarios
Publicar un comentario