“El PRI ha pasado de mover las piezas a ser un peón en su propio tablero, y su última jugada solo evidencia que el jaque mate se acerca.” En política, como en el ajedrez, no basta con mover piezas: hay que hacerlo con visión, anticipación y un plan de juego. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), otrora coloso de la política mexicana, parece haber olvidado esta regla básica y se ha convertido en un jugador errático, sin estrategia ni propósito. Hoy, más que disputar la victoria, el PRI lucha por no ser un peón irrelevante en el tablero. En su época de esplendor, el PRI jugaba con la precisión de un Gran Maestro: dominaba las aperturas con su maquinaria electoral, controlaba el medio juego con su capacidad de negociación y cerraba las partidas con la contundencia de un jaque mate. Pero los tiempos han cambiado. Ahora, el partido parece un rey acorralado, sin piezas para defenderse y con un reloj que corre en su contra. El PRI en Zugzwang: mover es perder En el ajedrez exis...
El propósito de mi blog es ofrecer un análisis político profundo y accesible, centrándome en la narrativa que rodea los acontecimientos y procesos políticos.